lunes, 29 de abril de 2013

El paso de las cigarreras (Novillada Sevilla)

Aunque no es Semana Santa, por la tarde que hizo ayer lo parecía. Cielo encapotado, chispeando a veces y un viento del demonio. Lo más parecido al paso de las cigarreras, fueron unas señoras que Ducados en mano se me plantaron de pie delante mía al romper el paseíllo, de cháchara, divertidas, y con un más que probable previo "copaso" entre pecho y espalda. Supongo que nada que ver con las Cigarreras (por suerte), de todas formas hablaré con mi amiga Rocío que domina el tema Semana Santa. Yo que soy un tímido y en tardes de clima triste como ayer estaba refugiado en mi hurañez hastía, esperé que el señor de turno dijese algo y... voilá! Sonó un "Señoras, vamonos sentando". Diluída la puretil concentración sonó clarines y timbales.

Se habla del exceso de trapío de las novilladas de Madrid. Debería hablarse de la bochornosa presentación de los novillos de Sevilla y no por grandes ni cuajados, ni por cara...

Pues salíó un primer novillo burraquito muy bonito, con un recorrido largo, repetidor y que quería un matador con cabeza, que templase y le mandase. Juan Ortega, no lo vió y se empeñó (aún no me explico por qué) en un toreo de cercanías que no hacía más que ahogar al novillo. Había que aprovecharlo y no lo hizo. Estuvo muy por debajo del novillo. El 4º fue un novillo sin opciones en el que Ortega lo intentó sin llegar a nada.

Román me sorprendió para bien con su primero otro novillo repetidor, pero tan noble como flojo. Sacó notables tandas a ambas manos. lo volteó por primera vez y empezó con un toreo tremendista (ahí me dejó de gustar) y oderno. Pinchó y perdió el apéndice. El 5º fue un mal novillo con el que poco pudo hacer y resultó pesado.

 Foto: plazadetoroslamaestranza.com
Y Lama, novillero con más aroma y torería que gran parte del escalafón superior, se llevó el lote malo. Su primero (que recibió un gran puyazo y peleó en el peto) se apagó casi al instante. Estuvo digno.
Con el que cerraba plaza, consiguió dos buenísimas tandas por la derecha, muy estéticas y cargando la suerte en el primer muletazo. Al pasar a la izquierda la faena vino abajo y aunque mató bien a los dos, ahora le toca aprender a descabellar.

Es un novillero con todas las cualidades para estar arriba, pero su paso por Sevilla que tenía que haber sido su gran escaparate y trampolín, no ha hecho más que (por unos motivos u otros) pasar dejando solo detalles y un sabor agridulce en el aficionado. Pocos hay como él, y deberían llevarlo bien. 

Como nota personal, en el primer novillo, en el tercio de quites, me dejé un rato con la atención en Lama, hasta que me dí cuenta que Román estaba por tafalleras, no sé si eso es torería o magia o qué pero lo que no cabe duda es que es algo diferente.

Sergio Gordillo

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