viernes, 16 de agosto de 2013

Fandiño, juventud y detalles en Bayona (Por Abel Frías Mazuecos)



(Este texto no pretende ser una crónica, en todo caso, un recopilatorio de apreciaciones propias de lo sucedido el 10 de agosto de 2013, en Bayona, con reses de Fuente Ymbro, que no le hicieron un solo guiño a Iván Fandiño )

 

Lo de Francia es otra cosa. Todo cuidado hasta el más mínimo detalle. Los alguacilillos, impecablemente ataviados —no como en algunas plazas en las que parece que van con atuendo de baile regional—, imponen respeto, son una autoridad. Melódico el toque de clarines, muy medieval. Una banda, nada numerosa, que suena de maravilla y en el momento oportuno. El detalle del alguacil ordenando a un arenero reparar una zona del piso tras el despeje de plaza. Público expectante, silencioso, que no rompe apenas con los olés hasta el final de la tanda. Se premiaba con una dotación económica al picador que mejor realizase la suerte. Reacción ante la salida del toro al ruedo: "muuuuu" (más o menos "u" según lo que imponga)
Fandiño estuvo cumbre. Qué capacidad de entender los toros, elegir los terrenos—en casi todos en esta corrida en paralelo a tablas— colocarse, tirar de la embestida hacia delante, quedarse clavado en el sitio, fajarse a más no poder, dar al toro que le cuesta las pausas necesarias entre muletazos y barrer el lomo del toro en cada pase de pecho, dejando tremendas estampas. Sacar faenas de triunfo ante las escasas, a priori, posibilidades de los astados de FY fue toda una proeza. Qué emoción, incluso miedo, al ver cómo le pasaban rozando los toros. Qué manera de aguantar y poder al 1º. Las mondeñinas al 2º y las bernardinas al 5º de miedo. Tandas de 6 o 7 en estas dos suertes. No le importó cómo soltaba la cara por arriba el 5º para atreverse con las bernardinas por ese pitón. Ningún toro, a excepción del 5º por el derecho, que tuvo calidad, tenía largo recorrido, por lo que deslucieron más de un pase que hubiese sido un cartel de toros. Y aún así los hubo. La forma de engancharlos, llevarlos cosidos a las telas aguantando las inciertas embestidas sin ritmo de más de un toro. Muy asentado toda la tarde. Un par de desarmes algo inoportunos que supo compensar en la siguiente serie.
Se perfila muy en corto para matar. El resultado de los espadazos ya se sabe.
Me gustaron mucho todos los miembros de las cuadrillas bregando con el capote. Muy bien Miguel Martín y el que banderilleó al 6º, que quiso asomarse al balcón y al que deslucía la suerte el toro al doblar las manos a la salida del par. El sobresaliente, por las ganas que tenía, tuvo un leve despiste al finalizar su quite e irse al burladero en vez de ponerse al quite detrás del banderilleo de turno. Bien hecha la suerte por los picadores del 1º y del 6º, aunque no fuese lúcida por las condiciones de los animales, que no se arrancaron en largo.
A pesar de que la corrida de FY no estuvo al nivel de lo esperado, me lo pasé fenomenal con los compañeros fandiñistas del viaje en bus desde Madrid, unos cracks, con mi colega Vicent en el tendido, con el público de Bayona y con el toreo arriesgado, asentado y cumbre de Fandiño. Magnífico recuerdo y con muchas ganas de volver a Francia a ver toros, de ver torear a Fandiño y de una buena corrida de Fuente Ymbro.


Abel Frías Mazuecos

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