Muy pocas veces somos capaces de emocionarnos viendo torear a través de la TV, y menos veces aún al leer la prensa digital y blogs de cabecera hay una unanimidad tan aplastante respecto al susodicho tema.
Hay un señor que no voy a nombrar para no hacerle más "famoso".
Y si ya es difícil TOREAR como mandan los cánones de la puereza, matarlo por todo lo alto, y encima a un animal fiero, con poderío, con casta, de los que asustan, de los que te ponen a funcionar o te mandan para casa (en caso que este mundo cada vez más podrido fuese justo). Pues por no hacer esto, hace unos días se le dieron 2 a Juli, y ayer se la negaron a Iván Fandiño ¿tendrá algo que ver que sea una de las llamadas máximas figuras?
Lo que está claro es que una de estas dos faenas será recordada durante bastante tiempo, de la otra, apenas me acuerdo, como la gran mayoría de ustedes.
Os dejo varios fragmentos de la prensa:
Álvaro Suso de El País:
Porque en Bilbao se vio toreo del bueno, del hondo, del macizo, del
importante; no la pantomima del toreo moderno, el de pasárselo cuanto
más lejos mejor. Quizás fuera eso, que el presidente tuvo un ataque de
modernidad y no se dio cuenta de que el toreo de verdad es el de pasarse
el astado por la faja y llevarlo hasta detrás de la cadera. Claro, que
si el lunes le premió con dos orejas a El Juli por el trasteo más
despegado que se puede realizar no podía premiar al vizcaíno de igual
manera. Lo cierto es que Matías González, presidente de Bilbao, fue
ecuánime: si le pareció que El Juli toreó bien, lo de Fandiño le tiene
que parecer malo. No hay vuelta de hoja. Cosas tan diferentes no pueden
ser igual de buenas.
(...)
Y la estocada, a ley, por delante, sin saltos ni escapadas y hasta la
bola. ¿Dos orejas? Pues no, una; vaya usted a saber por qué.
No hubo toreo despegado, ni sacándoselo hacia afuera, ni muletazos en
línea recta ni alivios cuando el toro cabeceaba. Ese quizás fue el
problema, que hubo mucha verdad. Y no estamos acostumbrados. Por todo
eso, se fue Fandiño a pie de la plaza de Bilbao, cuando debió salir en
hombros.
Zabala El Mundo
Verdad y emoción en su máxima expresión. Así se puede definir la faena
de Iván Fandiño al segundo toro de Jandilla este jueves en Bilbao. Un
encastadísimo toro que no hubiera permitido un fallo, ni una duda. Profundo, encajado, con la suerte cargada, Fandiño le ofreció la muleta por delante y sometió por bajo al toro en series de gran exposición por ambas manos.(...)
Los tendidos se erizaban en cada encastado embroque, en cada repetición incontenida de oles. Un tanda de broche por molinetes abelmontados y una estocada hasta los gavilanes. La petición clamorosa de las dos orejas no fue atendida por Matías. Increible negación del presidente incompetente.
Andrés Amorós ABC
Iván Fandiño torea esta tarde con una verdad impresionante: atornillados
los pies, firmísimo, jugando bien los brazos. El segundo toro,
encastado, acude con fuerza a los cites, el diestro mantiene el envite
sin enmendarse y la faena tiene auténtica emoción, eso que tantas veces
echamos de menos. La plaza entera ruge. Y, ¡qué forma de matar, sacando
el brazo del pecho, en rectitud admirable! Sólo se le concede una oreja,
cuando merecía claramente las dos.
Carlos Ilián MARCA
Y ahí se encontraba Iván Fandiño para responder con su arma favorita, la
pureza de su toreo. En el primero de su lote citó de largo, cargó la
suerte, obligando en hasta el infinito en derechazos de hondura
extraordinaria. Sobre la izquierda venció la aspereza del toro
sometiendo por bajo. Una faena maciza, purísima en la que nunca cedió un
milímetro de terreno en su obsesión por hacer las cosas con la verdad
por delante. Entró a matar a ley dejando una estocada fulminante. Se
pidieron las dos orejas. Matías, presidente ejemplar, patinó esta vez y
concedió solo una con lo cual crea un agravio comparativo con las dos
del otro día a El Juli
Y podríamos seguir con los portales digitales como Cultoro, Burladero, Mundotoro...
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