viernes, 23 de agosto de 2013

Entender de toros es un gali-Matías

Muy pocas veces somos capaces de emocionarnos viendo torear a través de la TV, y menos veces aún al leer la prensa digital y blogs de cabecera hay una unanimidad tan aplastante respecto al susodicho tema.
Hay un señor que no voy a nombrar para no hacerle más "famoso".

Y si ya es difícil TOREAR como mandan los cánones de la puereza, matarlo por todo lo alto, y encima a un animal fiero, con poderío, con casta, de los que asustan, de los que te ponen a funcionar o te mandan para casa (en caso que este mundo cada vez más podrido fuese justo). Pues por no hacer esto, hace unos días se le dieron 2 a Juli, y ayer se la negaron a Iván Fandiño ¿tendrá algo que ver que sea una de las llamadas máximas figuras?

Lo que está claro es que una de estas dos faenas será recordada durante bastante tiempo, de la otra, apenas me acuerdo, como la gran mayoría de ustedes.



Os dejo varios fragmentos de la prensa:

Álvaro Suso de El País:
 Porque en Bilbao se vio toreo del bueno, del hondo, del macizo, del importante; no la pantomima del toreo moderno, el de pasárselo cuanto más lejos mejor. Quizás fuera eso, que el presidente tuvo un ataque de modernidad y no se dio cuenta de que el toreo de verdad es el de pasarse el astado por la faja y llevarlo hasta detrás de la cadera. Claro, que si el lunes le premió con dos orejas a El Juli por el trasteo más despegado que se puede realizar no podía premiar al vizcaíno de igual manera. Lo cierto es que Matías González, presidente de Bilbao, fue ecuánime: si le pareció que El Juli toreó bien, lo de Fandiño le tiene que parecer malo. No hay vuelta de hoja. Cosas tan diferentes no pueden ser igual de buenas.
(...)
Y la estocada, a ley, por delante, sin saltos ni escapadas y hasta la bola. ¿Dos orejas? Pues no, una; vaya usted a saber por qué.
No hubo toreo despegado, ni sacándoselo hacia afuera, ni muletazos en línea recta ni alivios cuando el toro cabeceaba. Ese quizás fue el problema, que hubo mucha verdad. Y no estamos acostumbrados. Por todo eso, se fue Fandiño a pie de la plaza de Bilbao, cuando debió salir en hombros.

Zabala  El Mundo

Verdad y emoción en su máxima expresión. Así se puede definir la faena de Iván Fandiño al segundo toro de Jandilla este jueves en Bilbao. Un encastadísimo toro que no hubiera permitido un fallo, ni una duda. Profundo, encajado, con la suerte cargada, Fandiño le ofreció la muleta por delante y sometió por bajo al toro en series de gran exposición por ambas manos.(...)

Los tendidos se erizaban en cada encastado embroque, en cada repetición incontenida de oles. Un tanda de broche por molinetes abelmontados y una estocada hasta los gavilanes. La petición clamorosa de las dos orejas no fue atendida por Matías. Increible negación del presidente incompetente.

Andrés Amorós ABC
 Iván Fandiño torea esta tarde con una verdad impresionante: atornillados los pies, firmísimo, jugando bien los brazos. El segundo toro, encastado, acude con fuerza a los cites, el diestro mantiene el envite sin enmendarse y la faena tiene auténtica emoción, eso que tantas veces echamos de menos. La plaza entera ruge. Y, ¡qué forma de matar, sacando el brazo del pecho, en rectitud admirable! Sólo se le concede una oreja, cuando merecía claramente las dos.

Carlos Ilián  MARCA

Y ahí se encontraba Iván Fandiño para responder con su arma favorita, la pureza de su toreo. En el primero de su lote citó de largo, cargó la suerte, obligando en hasta el infinito en derechazos de hondura extraordinaria. Sobre la izquierda venció la aspereza del toro sometiendo por bajo. Una faena maciza, purísima en la que nunca cedió un milímetro de terreno en su obsesión por hacer las cosas con la verdad por delante. Entró a matar a ley dejando una estocada fulminante. Se pidieron las dos orejas. Matías, presidente ejemplar, patinó esta vez y concedió solo una con lo cual crea un agravio comparativo con las dos del otro día a El Juli

Y podríamos seguir con los portales digitales como Cultoro, Burladero, Mundotoro... 

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